Hacer deporte al aire libre es salud… pero cuidado, la piel de los niños cuenta con menos mecanismos naturales de defensa porque su barrera cutánea no ha terminado de desarrollarse. “Cuanto más pequeños, más riesgo de sufrir daños”, explica Susana Mezquita, experta médica de Cinfa. Los daños pueden ser inmediatos (enrojecimiento, quemaduras) o a largo plazo (envejecimiento prematuro o mayor riesgo de sufrir melanoma).
Estos son algunos de sus consejos para proteger a tus hijos:
- Los niños menores de un año no deberían exponerse directamente al sol. Sin embargo casi la mitad de los españoles no siguen esta recomendación. Hasta que cumplan 3 años, el tiempo al sol deber ser muy limitado, incluso aunque los protejamos adecuadamente.
- Evita siempre que se expongan directamente a los rayos solares entre las 12 y las 16 h.
- Utiliza un fotoprotector específico para niños con un factor alto (50+) y que contenga filtros físicos. Debe aplicarse media hora antes de la exposición solar y renovarse cada poco tiempo, aunque el niño no se bañe. Los peques pasan mucho tiempo en el agua, ten en cuenta que el reflejo multiplica el efecto de los rayos de sol, por lo que debemos evitar que lo hagan en las horas centrales del día y aplicarles siempre un protector resistente al agua.
- Las prendas técnicas que bloquean los rayos UV protegen incluso dentro del agua y se secan rápidamente, son perfectas para los más pequeños, que pasan muchas horas bañandose.
- Los ojos de los niños son también más sensibles que los de los adultos, por eso deben llevar gafas de sol (cuidado, cómpralas en la óptica) y gorra que sea de un tejido que ofrezca protección contra los rayos UV.
- Si pese a todas estas precauciones notas un enrojecimiento evidente de su piel, lleva al pequeño al pediatra, las quemaduras solares también son más peligrosas para ellos.