Siempre ha existido un enorme debate sobre si el deporte beneficia o perjudica a tus articulaciones, y como casi todo en esta vida, la respuesta tiene matices y no es tan simple. Si bien la práctica deportiva implica movimientos repetitivos de las articulaciones que pueden causar desgaste articular por sobreuso, está demostrado que la actividad física es beneficiosa para prevenir la artrosis. Estas son las explicaciones de esta aparente “contradicción”:
La actividad física refuerza la musculatura alrededor de las articulaciones.
El ejercicio previene el deterioro de las articulaciones por falta de uso y mejora y mantiene la movilidad articular.
También ayuda a prevenir la obesidad, factor de riesgo muy importante para el desarrollo de la artrosis.
Y por último, porque la actividad física por sí misma promueve el proceso de equilibrio natural de la articulación.
¿Sabes cómo funcionan tus articulaciones? Conoce su funcionamiento para cuidarlas mejor:
Nuestras articulaciones se componen del cartílago y el líquido sinovial. El cartílago es una capa que cubre a la articulación y que evita la fricción y aporta amortiguación cuando hay movimiento. Precisamente, será el líquido sinovial el encargado de nutrir al cartílago y de lubricar la articulación para protegerla de los golpes, de textura viscosa es muy rico además en ácido hialurónico, de gran poder hidratante. Cuando nos movemos al hacer deporte o en nuestra vida diaria estamos consiguiendo además que nuestra articulación lleve a cabo su proceso nutricional, manteniéndolas así hidratadas y sanas.
¿Cómo puedo cuidar mi salud articular?
Además de mantener una vida activa y de realizar ejercicios destinados a cuidar y compensar el daño que puedan sufrir nuestras articulaciones, existen “ayudantes” que pueden preservar nuestra salud articular durante mucho más tiempo. Ten en cuenta que otros estudios efectuados sobre deportistas profesionales y trabajadores cuya profesión implique una actividad física repetitiva muestra que el ejercicio físico intenso puede acelerar la aparición de la artrosis. Además un estudio publicado en el Journal of Clinical Epidemiology concluye que la práctica deportiva de alta intensidad como correr más de 30 km a la semana multiplica por dos la probabilidad de padecer artrosis en los hombres de edades inferiores a 50 años. Aunque no se confirmó esta relación en mujeres (cualquier edad) y en hombres con edades superiores a 50 años.