No nos damos cuenta pero hay pequeñas malas costumbres que no nos parecen importantes, aunque nos perjudican. No estoy hablando de dejar de fumar o pasar muchas horas en el sofá frente al televisor sin hacer ejercicio nunca, hablo de hábitos poco sanos a los que no damos importancia. Esas malas costumbres por las que nos regañaban de pequeños (y de mayores). Revisa conmigo los malos hábitos que parecen insignificantes para saber por qué nos perjudican.
1. Comer rápido. Esa manía de hacerlo todo a máxima velocidad para ganar tiempo y ser más eficientes también llega a la hora de alimentarnos, y es cada vez más habitual que se reduzca el tiempo para comer y cenar, ya no digamos para desayunar ¿quién se permite el lujo de desayunar en la mesa hoy en día?
¿Por qué no es bueno? Creo que lo tenemos todos claro, comer rápido no permite digerir bien los alimentos. La digestión empieza en la boca, con la masticación y la liberación de saliva con enzimas y sustancias que van predigiriendo los alimentos, cortándolos en pedazos más pequeños o masticándolos para formar una pasta o bolo alimenticio que puede ser pasada por el esófago hasta el estómago, donde continúa el proceso de digestión para que estos lleguen al intestino en una papilla donde los nutrientes, vitaminas y minerales pueden ser completamente digeridos y absorbidos por la sangre para llegar a los tejidos.
¿Cómo podemos mejorar? Es tan fácil como parar y dedicar tiempo para comer de forma consciente. Bastan 10 minutos muchas veces para educarnos ante el plato. Hay trucos como contar hasta 10-25 mientras masticas alimentos semiduros, o poner el cronómetro para medir el tiempo que dedicas a cada comida. Y en el caso del desayuno, hay que poner el despertador antes para hacer un desayuno completo, que puede ser sencillo y ligero (yogur con frutas y nueces) y empezar bien el día.
#comerdespacioessalud
2. Llevar una mala postura. Es difícil encontrar a una persona que se siente correctamente en la silla, que ande o corra con buena pisada, incluso durmiendo podemos acabar lesionándonos. La buena postura es un arte, y cada maestro tiene una teoría sobre como deberíamos posicionar nuestro cuerpo, pero cada persona debe encontrar su postura equilibrada, no es fácil.
¿Por qué no es bueno? Pasamos muchas horas sentados, si lo hacemos en mala postura es normal que termine doliéndonos la espalda, los hombros, las muñecas, etc. Lo mismo pasa andando, corriendo, en el gimnasio, etc. Si nuestra técnica de movimiento no es correcta, acabaremos con lesiones varias, dolores intensos en un primer momento y crónicos si no se pone remedio al problema. No quiero ser pesada con este tema porque todos somos conscientes de los problemas que acarrea una mala postura.
¿Cómo podemos mejorar? Es importante tener consciencia corporal. Párate a pensar como te sientas o mírate en el espejo, o pide que te hagan un vídeo o una fotografía cuando no te das cuenta, en la silla, de pie, corriendo, durmiendo, etc. Si no sabes cuál es el problema, o ya tienes dolores, busca ayuda profesional, hay fisioterapeutas y entrenadores personales que están formados y especializados para analizar las malas posturas y enseñarte a corregirlas.
#buenaposturatodoeldia
3. No estirar después de entrenar. Si eres de las personas que piensan que estirar es una pérdida de tiempo, bien porque tienes flexibilidad, o porque no la tienes, o por otras razones, vas por mal camino. No hacen faltan más que unos minutos para estirar los músculos utilizados en cada ejercicio o deporte, con 30 segundos por ejercicio basta. Tampoco es necesario estirar todos los días si no hay una lesión o problema concreto, basta con hacerlo un par de veces por semana, especialmente cuando la sesión ha sido más intensa o más prolongada.
¿Por qué no es bueno? No soy especialista en deporte, pero sí soy deportista popular y creo en las bondades de los estiramientos, especialmente después de haber empezado a hacer yoga hace unos años y comprobar cómo me ayudan a prevenir y curar lesiones. Estirar me hace consciente de cómo está cada músculo después del ejercicio, me adelanta a las lesiones y dismetrías o desequilibrios que pueden acabar en problemas y me ayuda a reducir las agujetas. Si además le sumas que con los años perdemos elasticidad, especialmente cuando corremos, y que es fácil recuperarla con un programa corto de estiramientos, no hay más que ventajas a la hora de estirar con buena técnica.
¿Cómo podemos mejorar? Aprende un poco de anatomía para identificar los músculos que trabajas con cada ejercicio y estirarlos correctamente. También es muy importante que estires sin distracciones, concentrándote en el músculo que quieres cuidar, contando hasta 30 segundos y revisando la postura. Es una pena cuando ves a gente en el parque estirando de cualquier manera, con los pies mirando a Cuenca, las rodillas y caderas desequilibradas y sin mirar el reloj, un minuto en el lado derecho y 3 minutos en el izquierdo.
#estirodespuesdeentrenar #estiraresentrenar
4. No beber suficiente agua al día. Aunque creo que ya todos somos conscientes de la importancia de la hidratación, especialmente a la hora de hacer deporte, pocas veces lo hacemos bien. O bebemos mucha agua o poca, o la bebemos de un tirón y luego no bebemos más en todo el día, hay muchas formas de no hidratarse correctamente, posiblemente porque hemos perdido la sensación de tener sed, y no sabemos cuándo y cuánto agua necesitamos cada día.
¿Por qué no es bueno? Creo que todos sabemos los riesgos de la deshidratación, desde un simple dolor de cabeza que se podría haber evitado bebiendo agua al empezar al día, hasta una rabieta de los niños que no son conscientes de que no han bebido en toda la jornada. La deshidratación ligera es bastante habitual, con síntomas que van desde la migraña hasta el estreñimiento, pasando por depresión y mal humor. La deshidratación grave es ya un problema de urgencias, mejor no llegar a ese punto, especialmente si hacemos deporte sin beber agua, o no contrarrestamos correctamente las pérdidas de agua y minerales en el sudor, por calor, humedad, etc.
¿Cómo podemos mejorar? Bebiendo agua, y no de cualquier manera. Hay que beber entre 2 y 3 litros de agua al día, que dependen de si bebes infusiones, sopas, comes fruta y vegetales crudos ricos en agua, bebidas deportivas, etc. Ni todos necesitamos la misma cantidad de agua ni cada día necesitamos lo mismo, pero tener una botella a mano, preferentemente de vidrio claro donde podamos ver cuánto agua bebemos cada vez, para beber despacio y a pequeños tragos, hará que podamos hidratarnos mejor. También es importante que aprendamos a reconocer la señal de sed, porque la mayoría de las personas la confunden con hambre. Si tienes muchas ganas de picotear, empieza bebiendo. O si tienes ganas de comer salado, bebe agua con sales, suele ser un síntoma poco conocido de deshidratación
#Idrinkwater
5. Estar sentado mucho tiempo. Cada vez surgen más estudios que avisan sobre el gran problema de sedentarismo, ahora dicen que es casi tan malo como fumar. Se ha comprobado que cuando pasamos mucho tiempo parados, especialmente sentados o tumbados, la grasa tiende a acumularse en la zona abdominal, lo que está asociado con problemas cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, etc. Recuerda que somos animales, no plantas, necesitamos movernos y no hemos sido diseñados para pasar tantas horas inmóviles frente a una pantalla,y menos sentados en una silla, algo que la naturaleza no nos dio, nos dio pies y tierra para recorrer.
¿Cómo podemos mejorar? Es tan fácil como levantarse de la silla o el sofá cada 30 minutos, no pasar inmóvil más de una hora. Ahora las pulseras de actividad o los pulsómetros te avisan cuando detectan que no te has movido, y a la señal o pitido, basta levantarse al baño, a beber agua, o a hablar con alguien.
#menostelemasejercicio
6. Engancharse con las redes sociales. La oferta es amplia: Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, etc. sin perder de vista los juegos de internet, o el correo personal. Es como una segunda vida, atrayente y sin ataduras, donde podemos ser cómo queremos y tener miles de amigos virtuales que nos siguen, reconfortan y mencionan.
¿Por qué no es bueno? Los expertos avisan de las nuevas adicciones relacionadas con la tecnología, y no es un problema de adolescentes inseguros, hasta jubilados acaban enganchándose al embrujo del ‘me gusta’ y el retwiteo. Es un mundo nuevo, y estamos aprendiendo, pero cuando las redes sociales se convierten en una vida irreal, o en una dependencia o nos distraen de relacionarnos con familia, amigos, trabajo, etc., estamos ante un problema.
¿Cómo podemos mejorar? Busca tiempo para desconectarte, pasa un día sin ver tus redes sociales u olvídate de ellas en vacaciones o fines de semana. Si te cuesta mucho, o no puedes hacerlo, acude a un especialista antes de que se convierta en una adicción y acabe en un problema grave.
#desconectoytengovida
7. Morderse las uñas. O las yemas de los dedos, o la punta de la lengua, o morder algo con los dientes, hay muchos tics nerviosos relacionados con llevarse algo a la boca para chuparlo o morderlo.
¿Por qué no es bueno? Es un hábito antihigiénico, la mayoría de las veces mordemos algo sucio con muchos gérmenes, pero además de dejarte sin uñas, piel o lengua, es una de las mayores causas de problemas de maloclusión dental, vamos que te descoloca los dientes, cambia la forma de morder, puede producir problemas de mandíbula, dolores de cabeza, de cuello y hasta de espalda. También puede estar relacionado con problemas de estómago.
¿Cómo podemos mejorar? Es un hábito difícil de erradicar, se debería eliminar en la infancia, en cuanto se detecta, y si ya es demasiado tarde, es importante identificar el momento en que acabamos mordiendo algo, uñas, o lo que sea, porque la mayoría de las veces se hace de forma inconsciente. Avisa a tus familiares, amigos y compañeros para que te hagan una señal cuando te vean y te ayuden a acabar con el problema. Busca trucos en internet, desde pintarte las uñas, ponerte pimienta o picante en lo que muerdes, etc.
#yoyanomemuerdo
8. Poner azúcar a todo. El dulce es una droga y cuesta mucho evitar el sabor dulce en la comida actual. Si eres una persona golosa, no pasa nada, pero si añades azúcar hasta al pan con mermelada o la leche con cacao, y no puedes vivir sin algo dulce cada día, en forma de comida o bebida, hay que revisar tu gusto y aprender a comer sin dulces.
¿Por qué no es bueno? Los efectos perjudiciales del azúcar blanco y las comidas y bebidas dulces están ahora saliendo a la luz. El azúcar blanco es un carbohidrato muy refinado, con un índice glucémico muy alto, lo que significa que pasa directamente a la sangre sin necesidad de ser digerido, prácticamente se absorbe entero ya en la boca. Aparte de los problemas de caries, el abuso de azúcar lleva a sobrepeso, obesidad, síndrome metabólico o diabetes y está relacionado con más enfermedades. Existe una gran polémica.
¿Cómo podemos mejorar? Elimina el azúcar de tu vida durante una semana y educa a tu sentido del gusto con el resto de sabores: ácido, amargo, salado, umami, agrio y los australianos también dicen que el sabor ‘grasa’ es el sexto sabor. Importante para degustar el resto de sabores y saciarse al comer. Y es que ‘el dulce pide más dulce’, puedes dejar de comer limones ácidos o verduras agrias, pero no puedes parar de comer caramelos cuando empiezas. En una semana verás cómo los alimentos que antes te pedían añadir azúcar ahora te parecen suficientemente sabrosos y hasta tienen mejor olor y sabor.
□#yanotomoazucar #sinazucartodosabemejor
9. Fumar de vez en cuando. Hay personas que pueden controlar el hábito del tabaco, pueden fumar solo los fines de semana o un cigarrillo al día. Pero el tabaco sigue siendo un agente cancerígeno, limitarlo no hace que no nos haga daño.
¿Por qué no es bueno? Creo que está ampliamente demostrado y que todos sabemos el daño que el tabaco, o el humo del tabaco en los no fumadores, hace a nuestro cuerpo. Aparte de que la relación entre cáncer de pulmón y tabaco es la más clara y directa, fumar se relaciona con muchos más tipos de cáncer y enfermedades. El que fuma lo sabe, fume poco o mucho.
¿Cómo podemos mejorar? Dejando de fumar, y dejando de engañarnos a nosotros mismos pensando que si fumas poco no hay problema. Dejar de fumar es difícil, el ejercicio te ayudará. Y si no puedes, recurre a ayuda profesional.
#niuncigarrillonidosjamas
10. Pasarse con las copas los fines de semana. Es algo muy español, lo de no beber de lunes a jueves, pero empezar con las cañas de los viernes al mediodía en el trabajo y pasar a las copas de viernes y sábado noche, sin perderse el aperitivo y los licores de sobremesa de la comida familiar del domingo.
¿Por qué no es bueno? El alcohol en exceso está relacionado con todo tipo de problemas de salud, y no hace falta ser diagnosticado como persona alcohólica para empezar a tener síntomas provocados por el abuso de bebidas alcohólicas. Desde el hígado graso que ya se empieza a detectar en adolescentes, a diabetes, obesidad, hipertensión, ateroesclerosis, problemas cardiovasculares, etc. Al beber solo los fines de semana es fácil engañarse y pensar que tenemos control, pero si sumas las copas y vasos que bebes, te darás cuenta de que superas la dosis diaria recomendada: una cañita o un vasito de vino tinto al día en el caso de mujeres adultas, un poco más en hombres adultos.
¿Cómo podemos mejorar? Contabiliza lo que bebes, apunta y se consciente de si te estás pasando o no. Si ya tienes problemas de salud relacionados con el alcohol, o pasas las mañanas del fin de semana con resaca por norma, ten claro que vas mal y que tienes que parar. Si no lo controlas, pide ayuda a familiares y amigos o vete a un centro profesional.