El conocido como colesterol HDL o «bueno» resulta muy beneficioso para la salud. En primer lugar, es un gran aliado para combatir cualquier enfermedad cardiosvacular en forma de infarto o hipertensión. También posee propiedas antioxidantes ya que renueva gran parte del riego sanguíneo y fortalece las defensas.
Por esta razón, son muchas las personas que intentan subir los índices de este tipo de colesterol llevando a cabo una dieta sana y equilibrada en todo tipo de nutrientes como puede ser ciertas legumbres ricas en fibra o frutas como el aguacate.
Sin embargo, la parte negativa es que la genética juega un importante factor en este asunto y por tanto no existe ninguna fórmula mágica para subirlo. Es cierto que hay disponibles algunos medicamentos que ayuden a reducir los niveles de colesterol LDL, pero es complicado aumentar el HDL de forma efectiva si el malo tienen unos niveles normales.
EL AUMENTO DEL COLESTEROL HDL ESTÁ RELACIONADO CON EL DEPORTE
A pesar de esto, hay tintes para ser optimistas. Existen estudios que aseguran que cualquier actividad física está íntimamente relacionada con un aumento de colesterol HDL . Es el caso de la investigación realizada por la Universidad Ochanomizu de Tokio en el año 2007, donde se hicieron pruebas a más de 1400 personas con edades comprendidas entre 23-75 años. Los resultados demostraron por primera vez que aquellas personas que habían hecho ejercicio de manera diaria y constante, aumentaron sus niveles de colesterol “bueno” en alrededor de 2,53 mm/dL.
Este estudio demostró también que la producción de colesterol HDL está más relacionada con la duración del ejercicio, que con lo propia intensidad del mismo. Esto quiere decir que aquellas sesiones más largas (de entre 60-120 minutos de duración) eran más efectivas a la hora de segregar este tipo de colesterol.
Una vez dicho esto, es importante señalar que los niveles de colesterol HDL pueden variar levemente dependiendo la edad y sexo de la persona. En el caso de los jóvenes menores de 19 años, un nivel óptimo se situa en más de 45mg/dL. Por su parte, los varones mayores de edad deben tenerlo en 40mg/dL. Mientras que las mujeres de 20 o más años tienen que tener unos niveles de 50mg/dL.