El diputado Gideon Saar, rival del primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, en las elecciones primarias del partido Likud manifestó, que si es elegido en los comicios internos, trabajará para que el actual mandatario sea designado presidente.
“Si ustedes me dan el poder el jueves… y soy elegido presidente del Likud, trataré que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, sea elegido próximo presidente de Israel en las elecciones programadas para dentro de un año y medio”, expresó Saar a sus seguidores.
Saar apuntó que de esta manera Netanyahu “podrá seguir contribuyendo a con sus talentos diplomáticos [internacionales] al estatus de Israel en el mundo”.
El mandato de siete años del presidente, Reuvén Rivlin, finaliza en julio del 2021. Los presidentes de Israel son elegidos por el Parlamento (Knéset) y generalmente suelen ser políticos.
Saar aseveró que Netanyahu es “sin lugar a dudas uno de los estadistas más grandes del mundo”.
“Pero nos encontramos en una situación muy dolorosas para todos nosotros”, explicó con respecto al fracaso del primer ministro para formar el nuevo gobierno. “Con el país en estancado [políticamente] desde hace un año, deben sacarse conclusiones”.
Los analistas consideran que Saar tiene muy pocas posibilidades de derrotar a Netanyahu en las primarias, aunque se trata del desafío más grande que haya tenido el mandatario desde dentro de su partido en años.
Netanyahu ha fracasado en sus intentos de formar gobierno tras las elecciones de abril y septiembre. Además enfrenta cargos por corrupción (soborno, fraude y abuso de confianza) en tres casos.
Las imputaciones que pesan sobre Netanyahu han sido el mayor obstáculo para formar un gobierno de unidad con el partido rival principal Azul y Blanco (Kajol Laván), tras las elecciones de septiembre.
Saar sostiene que tiene mejores posibilidades que Netanyahu para formar gobierno tras las próximas elecciones programadas para el 2 de marzo.
En cambio, los partidarios de Netanyahu acusan a Saar de deslealtad y de desestabilizar el partido en un momento que se requiere la unidad.
Paralelamente, la Corte Suprema de Justicia ha sido convocada para el día 31, para decidir si un acusado, como es el caso de Netanyahu, puede o no recibir el encargo de formar el Ejecutivo.
“En democracia, el que decide quién gobernará al pueblo es el pueblo, y nadie más. De otro modo, simplemente no es democracia”, aseveró Netanyahu en respuesta a la decisión de la Corte de discutir el asunto.
Igualmente, el fiscal general, Avichai Mandelblit, que fue quien resolvió acusarle en tres casos de corrupción, también deberá decidir, ya que la Corte le ordenó que envíe su opinión legal 48 horas antes de la reunión del tribunal supremo.