La escoliosis es una desviación de la columna vertebral, causada por una curvatura lateral de la misma. Es más habitual padecerla en la edad infantil, especialmente antes de la pubertad, debido al desarrollo de los huesos y a la etapa de crecimiento. Sin embargo, no es excluyente. Puede aparecer a cualquier edad.
Es interesante resaltar que la escoliosis tiene un alto componente hereditario y que no siempre presenta síntomas.
SÍNTOMAS DE LA ESCOLIOSIS Y CAUSAS DE SU APARICIÓN
La mayoría de las veces, no se conoce el motivo que ha ocasionado esta curvatura de la columna. En otros casos, sí hay un motivo señalado, como el haber sufrido una parálisis cerebral o una distrofia muscular.
Los síntomas pueden ser visibles. Si advertimos que tener disparidades entre el lado izquierdo y el derecho del cuerpo (una cadera más alta que la otra, los hombros desnivelados o un omóplato más grande) pueden ser claros síntomas de una escoliosis.
También es habitual el dolor de espalda, la sensación de cargar con peso incluso si no lo llevamos o los problemas respiratorios.
Para diagnosticarla, el médico utilizará una radiografía donde podrá ver en detalle la columna vertebral. Este examen se puede repetir con relativa frecuencia, para observar si está empeorando o si mejora.
TRATAMIENTO DE LA ESCOLIOSIS, ¿QUÉ OPCIONES TENEMOS?
Si el médico nos diagnostica una escoliosis, debemos estar atentos a su progresión para determinar la gravedad de la misma. En el mejor de los casos, la escoliosis puede ser temporal, sin embargo, cuando es crónica debemos vigilarla.
Si no nos incapacita y se mantiene estable, simplemente tendremos que realizarnos chequeos periódicos para comprobar que no empeora. En caso de que no presente síntomas, no nos impida hacer nuestra vida diaria y no vaya a más con el paso del tiempo, es un tipo de problema que no debería preocuparnos, siempre que vayamos controlando su evolución en el tiempo y forma que nos indique nuestro doctor.
Uno de los tratamientos más sencillos para corregir la escoliosis pasa por practicar natación o pilates, ambos con ejercicios específicos para esta desviación de la columna. Los estiramientos también son muy acertados.
En caso de que la curva vaya a peor, el médico nos recomendará algún material ortopédico o, en el peor de los casos, si llegase a incapacitarnos o pudiera afectar a otros órganos como los pulmones, el doctor nos probablemente nos propondría una cirugía para enderezar la columna vertebral.