El choque entre un buque de la Marina venezolana y un crucero portuqués ha causado una nueva polémica entre los dos países, con el presidente Nicolás Maduro calificando el acto de «terrorismo y piratería». Mientras la nave de recreo pudo llegar a puerto seguro, la nave militar, fabricada en los astilleros de Cádiz, se hundió en el mar.
El incidente se produjo el pasado lunes a 13 millas náuticas de la isla Tortuga. La empresa propietaria del crucero de bandera portuguesa Resolute asegura que fue la Marina de ese país quien inició la agresión.
A bordo del crucero se encontraban únicamente 32 tripulantes y la embarcación llevaba para entonces un día «a la deriva, en la costa de esa isla, para realizar un mantenimiento de rutina de un motor», agrega un comunicado de la empresa Columbian Cruise Services, antes de dirigirse a la isla holandesa de Curação.
«El crucero fue abordado por un navío de la Marina venezolana que por radio cuestionó las intenciones» del Resolute, ante lo que «dio la orden para acompañarlo» hasta la isla venezolana de Margarita.
El buque se llama Naiguatá y fue botado en 2009 de los astilleros de Navantia en Cádiz.
Un mandato que extrañó al capitán del crucero, especialmente por encontrarse «en aguas internacionales», subraya la compañía.
Dado que cumplir lo solicitado por la Marina venezolana suponía un «serio desvío de la ruta del navío», el capitán quiso consultar con sus superiores.
«Disparos de pistola»
Mientras lo hacía, «se realizaron disparos de pistola» y el barco venezolano se aproximó por estribor a gran velocidad y «colisionó deliberadamente», afirma la nota, que agrega que «todas las tentativas para contactar a personas a bordo de la embarcación de la Marina no tuvieron respuesta».
Una versión que contradice la ofrecida por el Gobierno de Nicolás Maduro, que este martes denunció que la embarcación venezolana fue impactada por el Resolute, que además no le ofreció la asistencia que precisaban tras el choque.
Maduro calificó lo ocurrido como «un acto de terrorismo y piratería» y aseguró que las autoridades de Curação, donde se encuentra actualmente amarrado el navío de bandera portuguesa, «deben hacer una investigación».
«Es como si un boxeador gigante de 100 kilos agarrase a un niño y lo golpease»
«El barco (Resolute) que embistió nuestra nave es ocho veces más pesado, es como si un boxeador gigante de 100 kilos agarrase a un niño púgil y lo golpease», comentó el presidente.
Mientras, el Gobierno de Portugal, que no considera esta colisión un incidente diplomático, ya ha ofrecido su colaboración para aclarar lo sucedido.
La colisión de embarcaciones se produce cerca de un mes y medio después del último traspiés en las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Portugal.
El problema entonces involucró a la aerolínea lusa TAP, cuyas operaciones en el país suramericano fueron suspendidas por 90 días por parte del Gobierno de Maduro tras la apertura de una investigación bajo la acusación de haber permitido viajar supuestamente con explosivos a Juan José Márquez, tío del líder opositor venezolano Juan Guaidó.