Las dos grandes causas de sufrir dolor de garganta son la faringitis y la amigdalitis. Aunque los síntomas de las dos son prácticamente los mismos, se diferencian principalmente en la zona afectada: uno se produce en las amígdalas y el otro un poco más atrás, en la faringe.
AMIGDALITIS Y FARINGITIS, LOS GRANDES CULPABLES DEL DOLOR DE GARGANTA
Las amígdalas son ganglios linfáticos que, aunque muchas personas crean que no tienen ninguna función específica, se ocupan de ser la primera barrera del cuerpo humano ante las bacterias.
Situadas en las paredes laterales de la parte posterior de la garganta, son unas piezas del sistema linfático proclives a la inflamación en según qué casos. Los niños, por ejemplo, son proclives a sufrir amigdalitis, mientras que en los adultos se produce en menor número, a no ser que se sufra de amigdalitis crónica.
La faringe, por su parte, es el conducto que une la cavidad bucal y la nasal al esófago y laringe, respectivamente, comportándose como los cambios de agujas en las vías del tren, distribuyendo al lugar adecuado tanto la comida como el aire respirado.
Esta parte del cuerpo humano se sitúa en el cuello, en una zona cercana a las amígdalas.
CAUSAS DEL DOLOR DE GARGANTA
Las causas para sufrir este molesto dolor de garganta son varias: en su mayoría son provocadas por virus como el rinovirus o el adenovirus, mientras que en un tercio de los casos, las culpables son bacterias como los estreptococos del grupo A, tanto en la amigdalitis como en la faringitis.
SÍNTOMAS DEL DOLOR DE GARGANTA
Al ya conocido dolor de garganta se le unen como síntomas al sufrir de anginas o faringitis el tener esas partes inflamadas a simple vista, la dificultad para tragar y/o en la respiración, la fiebre, tener una capa blanca sobre las propias amígdalas, dolor de cabeza o articulaciones y, en algunos casos, una inflamación anormal en el cuello.
Uno de los problemas al sufrir faringitis también puede ser la pérdida de voz o ronquera, algo que no suele ocurrir al sufrir amigdalitis.
TRATAMIENTO DEL DOLOR DE GARGANTA
Para tratar el dolor de garganta producido por la amigdalitis lo ideal es ingerir antinflamatorios para bajar la hinchazón de las propias amígdalas o la faringe. Si el dolor es causado por bacterias, también se prescribirán antibióticos en la mayoría de los supuestos. En el caso de que la fiebre sea continuada y superior a 38 grados, acude a tu médico de cabecera para que te ofrezca un tratamiento personalizado.
El descanso y evitar el humo del tabaco son otros consejos para recuperarse cuanto antes. Remedios caseros como la miel también pueden ser de gran ayuda para suavizar las partes afectadas.
En casos concretos, cuando estas infecciones producen directa o indirectamente otros daños en el cuerpo más allá del dolor de garganta, como pericarditis o apnea del sueño, es probable que el doctor decida extirpar las anginas para evitar problemas mayores.
PREVENCIÓN PARA NO SUFRIR DOLOR DE GARGANTA
Para no sufrir estos molestos dolores, debes preocuparte de varios factores, como de llevar una ropa acorde a la temperatura que haga en la calle, no abusar del aire acondicionado, evitar comidas muy calientes o muy frías, lavarte las manos con asiduidad, taparte la boca al estornudar o toser y tener un humidificador cerca deben de ser los mandamientos que debes seguir a rajatabla para estar como un roble.
EL DOLOR DE GARGANTA EN DEPORTISTAS
Como es lógico, si tu entrenamiento es al aire libre, posees un mayor riesgo de sufrir alguna de estas afecciones. Si la faringitis o amigdalitis deciden que tú seas su huésped, debes saber que el rendimiento decaerá en esos días en los que la fiebre y el dolor de garganta forman parte de tu tiempo de entreno.