Las calles de Brasil claman justicia por Marielle Franco en el aniversario de su asesinato

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“Ver gente que abandonó su rutina diaria para estar aquí es tener noción de que esto es algo mucho más grande”, decía Luyara Franco, hija de la concejal Marielle Franco, ejecutada hace exactamente un año junto con su chófer, Anderson Gomes, en Río de Janeiro. Luyara estaba al lado de su tía, Anielle Franco, y de varios amigos, activistas, artistas y colectivos en un escenario montado en Cinelândia, en el centro de Río, en un multitudinario homenaje a la defensora de los derechos humanos cuyo crimen conmocionó a Brasil hace justo un año. “Ese cariño consuela un poco, sí. Permite saber lo que mi madre representa como mujer negra, madre soltera, homosexual, de la periferia y defensora de los derechos humanos”.

En marzo de 2018 más de 50.000 personas fueron espontáneamente a Cinelândia para despedirse de Marielle y Anderson y, literalmente, gritar porque se hiciera justicia. Este jueves, una multitud menor que aquella -pero aun así grande- acudió al mismo lugar para homenajear a la concejal y reclamar justicia una vez más. Ha sido necesario casi un año para que se identificasen a los dos primeros sospechosos, los policías militares Ronnie Lessa y Elcio de Queiroz, detenidos el martes. Pero ahora se teme que la investigación concluya sin que se identifiquen a los autores intelectuales del asesinato en un Estado como Río, infiltrado por el crimen organizado. Los familiares y amigos piden saber quién ordenó matar a Marielle y por qué.

El acto de Cinelândia ha sido el último de varios que han tenido lugar este jueves en la segunda ciudad más poblada de Brasil. Varios puntos de la urbe amanecieron con pancartas, flores y carteles con homenajes a Marielle y Anderson. Fue así en Largo do Machado y en el barrio de Lapa, pero también en la calle, en el sitio exacto donde los dos fueron ejecutados, en el barrio de Estácio (zona central de Río). También hubo actos en São Paulo, en la avenida Paulista y en el barrio Jardim Ângela (sur), y en unas cuantas ciudades de Brasil y del mundo. En Buenos Aires, las Madres de la Plaza de Mayo, las históricas activistas de la lucha contra la represión de la dictadura argentina, se unieron al homenaje. En EE UU, una serie de conferencias también sirvieron para recordar a la concejal. En el centro de estudios brasileños de la prestigiosa Universidad de Princeton, Angela Davis, icono del movimiento negro mundial, pronunció el discurso principal.

¿Quién ordenó matar a Marielle?
Los homenajes empezaron temprano este jueves. En Río, hacia las ocho de la mañana (hora local), una enorme pancarta en la que estaba escrito “Marielle gigante” fue desplegada en el Palacio Pedro Ernesto, sede de la Cámara Municipal de la ciudad. También se colocaron girasoles en la escalinata, junto a mensajes como “Justicia por Anderson y Marielle”, “Marielle vive, Marielle presente”, “La democracia no será interrumpida” o incluso “¿Quién ordenó matar a Marielle?”. Una hora más tarde, un minuto de silencio que contó con la presencia de parlamentarios del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), al que pertenecía la concejal, tomó las escaleras del Palacio Tiradentes, sede de la Asamblea Legislativa de Río (Alerj). Se extendieron 365 girasoles, que representaban los 365 días sin la concejala y su chófer. Marielle recibió un girasol cuando empezó su andadura rumbo a la Cámara Municipal, en 2016, y dicha flor se convirtió en un símbolo de su campaña electoral. El girasol, explicaron los organizadores del acto, “es una flor que no muere, se vuelve semilla”.

Pero la principal ceremonia de la mañana fue una misa en la emblemática iglesia de la Candelaria, en el centro de Río de Janeiro, también repleta de familiares, amigos y personas que tuvieron algún vínculo con Marielle y Anderson. El diputado federal Marcelo Freixo, mentor político de Marielle, dejó un claro mensaje: “No vamos a dejar las calles hasta que no sepamos quién ordenó matar a Marielle. Esa es la pregunta decisiva”.

Ese mensaje lo repetirían muchas personas a lo largo del día. “Queremos saber quién ordenó matar a Marielle, para que se haga justicia de verdad. Es más: el mundo entero quiere saberlo, porque las banderas que ella levantaba se han vuelto universales”, dijo, en la avenida Paulista, la pedagoga Cristina Terribas, de 57 años. A su lado, la relaciones públicas Andreia Batista, de 47 años, recuerda a la escritora Carolina de Jesús, que nació hace 105 años, el mismo día de la muerte de Marielle Franco, para resaltar la importancia de su memoria para las mujeres negras. “Marielle ha dejado un legado que poca gente conocía cuando estaba viva, desgraciadamente. Pero se ha expandido a todo el mundo después de que muriera. Estamos juntas, con la fuerza de Marielle y Carolina de Jesús, para no dejar que sus luchas queden en el olvido.”

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