La senadora republicana Martha McSally, la primera mujer de la Fuerza Aérea en pilotar un caza en combate, ha afirmado este miércoles en el Congreso que fue violada por un oficial superior antes de retirarse del Ejército. La congresista, de 56 años, ha declarado en una audiencia del Senado destinada a prevenir las agresiones sexuales y mejorar la respuesta en los organismos militares que no reportó el abuso. “Como tantas mujeres y hombres, no confiaba en el sistema. Me culpe a mí misma. Estaba avergonzada y confundida. Pensé que era fuerte, pero me sentía impotente”. La declaración llega semanas después de que la también senadora republicana Joni Ernst compartiera que fue víctima de una violación cuando estaba en la universidad.
“Los responsables abusan profundamente de su posición de poder, y en una ocasión yo misma fui atacada y después violada por un oficial superior”, sostuvo McSally. La senadora relató que durante años permaneció en silencio mientras era testigo de cómo los militares estaban envueltos en escándalos sexuales y ofrecían “respuestas totalmente inadecuadas”. La injusticia de ese escenario la impulsó a sacar a la luz su vivencia. “Me horrorizó la forma en que gestionaron mi intento de compartir mis experiencias en general. Casi abandoné la Fuerza Aérea tras 18 años de servicio a causa de mi desesperación. Pero no renuncié, decidí quedarme”, explicó la senadora por Arizona, llegada al Capitolio el pasado diciembre en sustitución del fallecido John McCain.
McSally fue nombrada coronel antes de retirarse en 2010, lo que la convirtió en una de las mujeres piloto con mayor rango en la historia de la Fuerza Aérea estadounidense, a la que sirvió durante 22 años. Anteriormente ya había roto un techo de cristal al convertirse en la primera mujer en pilotar un caza de combate, algo que estuvo prohibido hasta 1994 en EE UU. La oficial retirada alentó a los oyentes a exigir que los funcionarios de mayor rango sean parte de la solución. “Los comandantes no deben ser exculpados de la responsabilidad en la toma de decisiones de prevenir, detectar y procesar el acoso sexual militar”, enfatizó McSally al subcomité de Servicios Armados del Senado.
La declaración de la senadora es un nuevo frente para el Ejército estadounidense, que en 2017 se vio envuelto en un escándalo por la publicación de fotos de marines desnudas en un grupo privado de Facebook. Las víctimas que aparecían en las imágenes fueron identificadas con nombre y apellidos en los comentarios que contenían un alto contenido sexista y violento.