Ayer, el embajador de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Mohammed al Khajah, arribó a Israel, en su primera visita oficial al país y, tras llegar a Jerusalén a la residencia del presidente israelí Reuven Rivlin para presentar sus credenciales, fue recibido con una recepción musical y alfombra roja.
Después de Egipto y Jordania, en ese orden, EAU se convirtió en el tercer país árabe en firmar con Israel un acuerdo para normalizar las relaciones diplomáticas, en agosto de 2020. Desde entonces, la espera de meses para profundizar el vínculo entre ambas naciones dio su fruto.
Durante el encuentro, al Khajah dijo que “las dos naciones tienen una misión compartida: establecer la paz y la seguridad en toda la región”.
¿A qué se refiere el embajador emiratí cuando dice que las dos naciones, Israel y Emiratos Árabes Unidos, tienen una misión compartida?
Pese que no mencionó nada sobre una posible Hoja de Ruta para la paz en Medio Oriente, al parecer las declaraciones del diplomático árabe dejan entrever una propuesta en esa dirección: un “nuevo enfoque civilizatorio para abrir la puerta a nuevas oportunidades”. Nuevas oportunidades que quizá no solamente apunten a fortalecer vínculos comerciales y culturales.
“La visión que comienza hoy es una que busca un futuro más floreciente y más estable”, afirmó al Khajah, quien destacó que se esforzará para acercar a Israel y Abu Dabi.
De acuerdo con el embajador, no cabe duda que EAU, al menos, será esa “puerta” para aproximar otras naciones árabes a Israel en aras de un “futuro más floreciente y más estable”, en relación a la paz.
Mohammed al Khajah también se reunirá con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, mientras permanecerá unos días en el país en busca de un lugar donde establecer la nueva embajada emiratí, que inaugurará en abril.
El posible lugar de establecimiento de la embajada de EAU, en suelo israelí, quizá sea en Tel Aviv, donde se encuentra la mayoría de las delegaciones diplomáticas. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿se atrevería EUA a elegir Jerusalén?
Sin duda, sería un paso muy osado. Aunque si al Khajah escogiera Jerusalén, reafirmaría su compromiso con esa “misión” que dice tener EAU con Israel, “para establecer la paz y la seguridad en toda la región”, a pesar de que los enemigos de la armonía en Medio Oriente pondrían el grito en el cielo.