Isabel II ha autorizado la creación de una nueva oficina para los duques de Sussex, que se establecerá en el Palacio de Buckingham. Así los príncipes Guillermo y Enrique separan sus vidas profesionales. Para la prensa británica, esta división muestra claramente la determinación de Enrique y Meghan Markle de construir su propia identidad y hablar sobre temas en los que están especialmente involucrados. El anuncio se produce después de meses de especulaciones sobre las relaciones entre los hermanos y sus parejas, y pocas semanas antes de que Meghan de a luz a su primer hijo y en plena mudanza a su nuevo hogar en Windsor.
Hasta ahora, la agenda de las dos parejas se gestionaba desde Kensington, aunque el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra contaba con su propia oficina privada. Al margen de cómo sean sus relaciones, es normal que Guillermo, de 36, y Enrique de 34, tomen caminos separados ya que tienen diferentes responsabilidades. Guillermo es el heredero del heredero y está recibiendo cada vez más tareas de responsabilidad. “Cuando Guillermo se convierta en el príncipe de Gales, asumirá una gran responsabilidad adicional, incluido el ducado de Cornualles”, explicó una fuente de palacio al Sunday Times. “Enrique y Meghan no tienen nada que ver con esa tarea y por ello están decididos a forjar su propio camino”. Esta fuente cercana a Guillermo y Enrique añade que ambos “se han apoyado y cuidado desde que su madre murió, pero ahora tienen sus propias familias y ya no se apoyan tanto como antes”. Esta división de hogares y oficinas contribuirá a aliviar las tensiones entre los duques de Cambridge y los de Sussex.
Sin embargo, la sorpresa está en que hayan escogido Buckingham y no Kensington para establecer la ubicación de su oficina, lo que supone también un alejamiento físico de los dos hermanos.
Esta distancia será aún mayor en los próximos días cuando finalice la mudanza de los duques de Sussex. Enrique y Meghan han elegido Nottingham Cottage para instalarse. La nueva casa de los duques de Sussex se encuentra a unos 900 metros del castillo de Windsor, en una zona rodeada de jardines, con un lago y un campo de golf. Frogmore Cottage es una propiedad que tiene un especial significado para ellos. Allí se hicieron las fotos oficiales cuando se anunció su compromiso, en noviembre de 2017, y también allí tuvo lugar la recepción posterior a su enlace, celebrado en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, el pasado 19 de mayo.
La noticia de la reorganización de oficinas llega horas después de que se supiera que Meghan Markle acababa de perder a uno sus apoyos más cercanos, Amy Pickerill. Esta ayudante de Markle, de 33 años, se unió al equipo del palacio de Kensington en 2016 como parte del equipo interno de Comunicaciones. Fuentes británicas afirman que se esperaba que se convirtiera en la futura secretaria privada de Meghan Markle. La prensa británica asegura que la separación ha sido amistosa y que el motivo de la marcha de Pickerill es una inminente mudanza al extranjero. «Amy y Meghan se mantendrán en contacto porque mantienen una relación muy estrecha», ha asegurado una fuente del palacio de Kensington al diario Daily Mail. La duquesa se ha quedado en los últimos meses sin cuatro de sus trabajadores.
Carlos de Inglaterra, según la prensa británica, está especialmente preocupado por las noticias que aparecen en los medios sobre las tensas relaciones de sus hijos y sus esposas. A él se debe, en opinión de varios cronistas británicos, el beso que Kate Middleton y Meghan Markle se dieron el 11 de marzo, en una de las celebraciones por el día de la Commonwealth. Una indicación del suegro a sus nueras.
Meghan Markle está en sus últimas semanas de embarazo por ello su agenda oficial está en blanco. Eso no significa que no vaya a aparecer todavía en algún acto público aunque se decidirá su presencia según sea su estado.