¿Es bueno correr con osteoartritis?

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La osteoartritis (también denominada artrosis) es una enfermedad reumática crónica que provoca la destrucción de los cartílagos de ciertas zonas articulaciones, como los tobillos, la cadera, las rodillas o los hombros.

Además, puede ir acompañada por problemas en el líquido sinovial o daños en la musculatura de la zona. Las personas que sufren osteoartritis presentan cuadros de dolor, además de incapacidad para llevar a cabo algunas actividades del día a día.

Es posible que pienses que si tienes artrosis, debes dejar inmediatamente de practicar deporte. Nada más lejos de la realidad. Este nos ayuda a prevenirla gracias al fortalecimiento de los músculos, el correcto mantenimiento de los huesos, los efectos positivos sobre nuestro estilo de vida y su influencia a la hora de alcanzar un peso saludable, evitando así una sobrecarga de peso innecesaria. Obviamente, si ejecutamos mal el ejercicio o forzamos demasiado, estamos más expuestos a lesiones que las personas más sedentarias.

Sin embargo, si ya has desarrollado la artrosis, es importante que no dejes de hacer deporte, pero que practiques aquellos ejercicios que van mejor con dicha dolencia, o que al menos no empeoran la situación.

Por ejemplo, los deportes de impacto, como el running, son los más agresivos para las articulaciones (sobre todo del pie, la rodilla y la cadera). Si, además, utilizamos un calzado inadecuado y corremos sobre una superficie demasiado dura, corremos el riesgo de que el problema se acentúe.

Otros deportes de impacto que debemos evitar, además del running, son las artes marciales y todos los que impliquen saltar reiteradamente, como el baloncesto, el voleibol o el pádel.

¿Es bueno correr con osteoartritis?

Por otro lado, entre los deportes más recomendados para el tratamiento de la osteoartritis encontramos la natación y el ciclismo. Ambos, realizados a una intensidad moderada, suelen ser los que más beneficios aportan a nuestra salud física si padecemos algún problema óseo, ya que protegen los cartílagos, ayudan a desarrollar la fuerza del músculo y evitan que se atrofien.

De cualquier modo, siempre debe ser un profesional del deporte o la salud quien, con nuestro historial clínico en la mano, determine si estamos capacitados para correr o, por el contrario, debemos optar por otro tipo de ejercicio más específico.

Recuerda que las enfermedades crónicas degenerativas, como la osteoartritis, no tienen curación y que su tratamiento simplemente pasa por evitar que el desgaste vaya a más en la articulación afectada.

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