Según la más reciente encuesta estadounidense, las familias de su país no estudian Biblia como se esperaba, pues los que leen las escrituras son una minoría ante los que también asisten a las iglesias pero no hacen uso de ella para instruirse y conocer más a Dios.
Solo el 25% de los cristianos que van a la iglesia son los que cuando están en casa hacen oración y buscan estudiar la Biblia, mientras que el 33% solo va a la iglesia los domingos y el otro 28% no practica nada de lo mencionado; las familias del 25% son catalogadas como “espiritualmente vibrantes”.
En la encuesta se les preguntó tres elementos básicos:
Prácticas espirituales – como orar todos los días y leer Biblia semanalmente.
Conversaciones espirituales – como hablar con Dios durante la semana.
Hospitalidad – ayuda a otras personas que no sean familiares y hospedaje en su casa.
El 25% se identificó con los tres primeros elementos, el 33% solo siguen “prácticas y conversaciones espirituales” y el 28% restante de los cristianos que viven en hogares conformados por una familia no practica nada de lo anterior; “Familias vibrantes se destacan por tener un tiempo significativo, divertido y de calidad con sus familiares”, destaca la encuesta.
Las familias “vibrantes” destacan por pasar tiempo con la familia en actividades recreativas como juegos, comparten comidas y hablan de sus sentimientos todos los días; también trabajan la disciplina de grupo como hacer trabajos en casa o en el patio realizando reuniones familiares.
Para esta investigación, solo fue tomada en cuenta los cristianos que viven como una familia conformada (Padre, Madre e hijos), “Uno de los objetivos de este estudio era aprender con familias que parecían estar excepcionalmente comprometidas en la expresión de fe comunitaria y consistente en casa”, explicó el Barna, que desarrolló una métrica personalizada que clasifica a las familias a través de informes de participación colectiva y frecuente en comportamientos clave: Los cristianos practicantes, de acuerdo con Barna, se identificaron como cristianos que “dicen que su fe es muy importante en sus vidas y han participado en el culto de adoración en el último mes”, dijo Barna Research, los investigadores de este tema.