Kylie Jenner tiene solo 22 años y es la multimillonaria más joven de todos los tiempos. La modelo, la menor de las hermanas del clan Kardashian, se ha convertido en una empresaria de éxito, tiene 152 millones de seguidores en su cuenta de Instagram y en 2015 creó una firma de cosméticos que le ha generado cerca de 540 millones de euros de ingresos. Tiene una hija de un año y una relación sentimental con el rapero de 27 años Travis Scott.
Pero Jenner no es noticia ni por sus millones, ni por sus negocios, ni por el reality show que protagoniza con su variopinta familia, sino por las declaraciones de su padre, que se llamaba Bruce y se convirtió en mujer y pasó a llamarse Caitlyn Jenner. En ellas el progenitor, que en la actualidad se encuentra participando también en un reality de la televisión estadounidense, desveló que su hija va siempre acompañada de un equipo de seguridad vaya donde vaya, «en todas partes». Y añadió que ese otro lado de la fama le supone a su hija «una tonelada de dinero».
«Apuesto a que Kylie gasta entre 300.000 y 400.000 dólares al mes (de 270.000 a 360.000 euros al mes)», afirmó durante una de las conversaciones con sus compañeros de concurso. Caitlyn, que tiene otra hija de 24 años, Kendal, con Kris Jenner, madre del clan Kardashian. admitió que «es triste» que sus hijos tengan que vivir de esta forma, permanentemente protegidos por un equipo de seguridad, pero también afirmó que se han ido acostumbrando con el tiempo. «Se han acostumbrado a eso porque lo han hecho siempre y han terminado por sentirse bien con los chicos de seguridad a su alrededor», explicó.
Estos comentarios se han producido después de que hace dos años su exesposa, Kris Jenner, afirmara que ella y sus hijos habían convertido en prioritaria su seguridad después de que Kim Kardashian fuera asaltada a punta de pistola en un hotel de París en el otoño de 2016. Un hecho que cambió la forma de vida de toda la familia. «Ahora no solo tenemos mucha seguridad, sino que todos vamos armados y tenemos licencia de armas», dijo la madre del clan. También explicó que el robo a su hija Kim también había cambiado la forma en el que la familia se relacionaba con sus seguidores en las redes sociales y que eran más precavidos a la hora de compartir su vida en las redes sociales, que por otra parte son básicas para mantener su fama y también sus ingresos. «Ahora pensamos cinco veces lo que vamos a publicar en las redes sociales», afirmó entonces la matriarca del clan.
Las extremas medidas de seguridad que han adoptado todos los miembros de la familia fueron confirmadas a principios de este año cuando el escritor Jonathan Van Meter visitó la mansión de Kim Kardashian y Kanye West en Hidden Hills, California, para realizar un reportaje para la revista Vogue: «Tuve que pasar a través de varios filtros de seguridad propias del Pentágono y dudé cuando me encontré frente a la puerta principal, que parece bajarse sobre un foso antes de decidirme a andar por el lateral de la vivienda y entrar por el garaje como una persona normal», escribió Van Meter