La revelación del misterio en torno a dónde descansaban los restos de Casimir Pulaski (Varsovia, 1745) trajo consigo otro descubrimiento. Los científicos que dieron con la tumba del general polaco que sirvió al ejército de George Washington en la guerra de la Independencia estadounidense hallaron un esqueleto aparentemente de mujer: “Tan femenino como se puede”, dijeron. Tras poco más de dos décadas analizando los huesos del que se conoce como el “padre de la caballería” de Estados Unidos, los investigadores concluyeron que Pulaski debe haber tenido rasgos intersexuales -discrepancia entre el sexo genético y el de los genitales-. “Esa es la única manera de explicar la combinación de las dos características que vemos”, sostuvo Virginia Hutton Estabrook, examinadora que aparece en el documental Las historias ocultas de EE UU: ¿El general era una mujer?, que se estrena este 8 de abril en el canal Smithsonian.
Durante más de un siglo no se supo si Pulaski había sido enterrado en el mar o en una tumba sin nombre en Savannah, Georgia. El polaco, fallecido a los 34 años, combatió contra los rusos en su país de origen y luego escapó a París. Ahí conoció a Benjamin Franklin, quien lo convenció para unirse a las filas de Washington en EE UU. En 1777, el general cruzó el Atlántico para batallar contra los británicos, convirtiéndose en un héroe cuando murió en la batalla de Savannah. En dicha ciudad se erigió un monumento con su nombre, donde a comienzos de los noventa los científicos descubrieron que bajo la estructura descansaban sus restos en una caja de metal. Al exhumarlos, se percataron que parecía el esqueleto de una mujer. La duda de si realmente se trataba del oficial de caballería del siglo XVIII quedó inconclusa después de que no lograran reunir los fondos para hacer las pruebas genéticas pertinentes. Pero una nueva generación tendría más suerte.
En 2015, Estabrook, profesora de antropología en la Georgia Southern University acababa de heredar la custodia de las muestras dehuesos de Pulaski. Por su parte, Lisa Powell, una de sus estudiantes, recibió entonces el material que su padre, científico, había recabado en las pesquisas realizadas cuando encontraron el cuerpo. En un segundo intento, y con el apoyo económico del Instituto Smithsonian, el equipo de investigación pudo confirmar que el esqueleto correspondía al héroe de guerra gracias a un examen del ADN mitocondrial de la abuela de Pulaski -cuyos restos también fueron exhumados-, además de lesiones del polaco que coincidían con la información acumulada y características físicas. Ya lo tenían claro: el hombre del que se dice que le salvó la vida a Washington durante la Batalla de Brandywine, el que nunca se casó ni tuvo hijos, no encajó en las definiciones binarias de hombre y mujer.
Charles Merbs, que era antropólogo forense de la Universidad Estatal de Arizona cuando hallaron los restos de Pulaski bajo el monumento, ha explicado a la prensa estadounidense que no cree que el general, que fue criado como hombre, alguna vez creyera que era una mujer o un intersexual. “A lo más puede haber pensado que algo andaba mal”, ha afirmado. “En aquella época las personas simplemente no sabían estas cosas”. Según datos de Naciones Unidas, hoy en día el 1,7% de la población nace con rasgos intersexuales.