¿Cuál es la diferencia entre el arroz blanco y el arroz integral?

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El arroz es uno de los cereales que más se consumen a diario en todo el mundo. Está compuesto por almidones, lo cual lo convierte en una potente fuente de energía. Además, es rico en nutrientes, como el hierro y las vitaminas del complejo B, y es bajo en grasa. Sin embargo, seguro te has preguntado ¿cuál es la diferencia entre el arroz blanco y el arroz integral? ¿Aportan lo mismo? ¿El integral es más saludable que el blanco? A continuación, te contamos lo que necesitas saber.

¿Cuál es la diferencia entre el arroz blanco y el arroz integral?

El nutricionista Álvaro Vargas explica que la diferencia entre el arroz blanco y el arroz integral es que al primero se le ha quitado la cáscara, en donde se encuentra la gran carga de minerales beneficiosos para nuestra salud. Por ello, el integral tiene una mayor cantidad de esos minerales y, por lo tanto, es más nutritivo.




Al arroz blanco también se le ha quitado el germen (la parte que contiene la fibra), donde están los compuestos más nutritivos de este cereal, los aceites grasos esenciales y algunos aminoácidos. Pero, ¿por qué se hace esto? Vargas explica que lo hacen porque, al contener aceites, este germen se enrancia mucho antes, por lo que dura mucho menos. Es una cuestión de conservación.

Entonces, ¿cuál es la diferencia nutricional entre el arroz blanco y el arroz integral?
El arroz blanco sigue teniendo algunas propiedades nutricionales que su versión anterior (la integral). Sin embargo, su contenido alimenticio es mucho menor. Además, sus carbohidratos son simples, lo que provoca una hiperglucemia en nuestro organismo y una posterior hipoglucemia, haciendo que nuestro hígado trabaje más. Por el contrario, el arroz integral aporta carbohidratos complejos, los cuales van liberando su energía poco a poco en nuestro organismo, gracias en gran parte a su fibra.

Por estas razones, se recomienda que reemplacemos el arroz blanco por el integral en la medida de lo posible. No es que el blanco nos vaya a hacer daño, sino que el integral aporta muchos más beneficios por estar en su estado más natural, sin haber pasado por ningún proceso de refinación. El nutricionista recomienda este cereal e, incluso, nos dice que podemos consumirlo tres o cuatro veces en semana tranquilamente.