ras unas semanas de declive, algunas estadísticas muestran que la incidencia de gripe empieza a repuntar de nuevo y los niveles de virus respiratorios siguen siendo altos en general en Estados Unidos.
Durante la semana que finalizó el 27 de enero, más de 82.000 personas que acudieron a un servicio de urgencias fueron diagnosticadas de gripe, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU., lo que supone un aumento del 8%, es decir, unas 6.000 más que la semana anterior. La tasa de positividad de las pruebas de la gripe también aumentó en EE.UU. en general.
Es habitual que se produzca un segundo repunte de gripe tras las vacaciones de invierno, pero los expertos afirman que es muy difícil predecir con exactitud la duración y la gravedad de la temporada. Según los CDC, a veces este repunte es el comienzo de una segunda oleada completa, pero también podría ser un pequeño repunte antes de un descenso más constante.
Una segunda oleada de gripe tradicional suele producirse después de un descenso más significativo, cuando los virus de la gripe B empiezan a superar a los virus de la gripe A que circulaban predominantemente, dijo Alicia Budd, que dirige la vigilancia de la gripe nacional para los CDC.
Aún no hay indicios de que esto esté ocurriendo, pero es demasiado pronto para descartar algo así, añadió.
“Todavía estamos en el punto medio de la temporada”, dijo Budd. “Es demasiado pronto para saber exactamente dónde nos encontramos en nuestra trayectoria final. Todavía no lo sabemos. Pero ahora mismo seguimos viendo mucha actividad”.
El covid-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS) también siguen circulando a niveles elevados. Las visitas a urgencias por covid-19 y VRS llevan un mes disminuyendo, pero aún se produjeron más de 50.000 visitas a urgencias y unas 23.000 hospitalizaciones por covid-19 durante la semana que finalizó el 27 de enero, según muestran los datos de los CDC.
De acuerdo con el Dr. Michael Mina, epidemiólogo y director científico de eMed, una empresa de telesalud dedicada a la realización de pruebas a domicilio, la tendencia a la baja del covid-19 es la esperada, y el punto máximo de la gripe podría estar retrasándose un poco esta temporada.
“No se trata tanto de que la gripe sustituya ahora al covid, sino más bien de que el covid hizo lo suyo y ahora está bajando”, afirmó. El (covid) “hace exactamente lo mismo que antes, y en este caso la temporada de gripe se desplazó un poco hacia la derecha. La gripe se desplaza varios meses de un año a otro. El covid es un poco más consistente”.
Aunque las tendencias nacionales son útiles, los expertos afirman que las tendencias locales son la mejor forma de calibrar el riesgo y tomar decisiones sobre cómo mantenerse seguro y sano.
En general, 18 estados y la ciudad de Washington siguen registrando niveles altos o muy altos de enfermedades respiratorias, según los CDC. Los nuevos datos del Center for Forecasting Analytics de los CDC sugieren que las infecciones de gripe aumentan en cuatro estados -Florida, Nueva York, Oklahoma y Texas- y es probable que aumenten en otros cinco: Arkansas, Kentucky, Massachusetts, Carolina del Norte y Carolina del Sur. La vigilancia de las aguas residuales sugiere que los niveles de covid-19 son más elevados en el sur, con previsiones de aumento de casos en Carolina del Sur, en particular.
Los expertos afirman que las tendencias en EE.UU. se han mantenido dentro de los rangos esperados hasta ahora en esta temporada de virus respiratorios. Pero la carga de morbilidad sigue siendo muy alta. Los CDC calculan que se han producido al menos 20 millones de enfermedades, 230.000 hospitalizaciones y 14.000 muertes por gripe en lo que va de temporada.
“Es normal en términos de actividad, pero la carga es muy, muy alta”, dijo Budd.
Los primeros datos sugieren que la última vacuna de covid-19 y la vacuna antigripal de este año ofrecen una fuerte protección esta temporada, y los expertos afirman que aún no es demasiado tarde para vacunarse. También instan al público a practicar el protocolo -lavarse las manos, cubrirse al toser y estornudar, quedarse en casa cuando se está enfermo- para evitar contagios innecesarios.