Arde la Red con nuevos contenidos compartidos a través de esta aplicación con apariencia similar a la de Instagram. Miles de vídeos del último golpe del jugador de críquet de los Chennai Super Kings. Centenares de miles de memes de la escena final del reciente estreno de Bollywood. Millones de comentarios en más de una decena de lenguas vernáculas indias. ShareChat, la primera red social 100% india, es una de las que más rápidamente crecen en Asia; el continente más poblado y donde Internet y la telefonía experimentan un inmejorable potencial de penetración. En apenas tres años de vida, sus usuarios se han multiplicado exponencialmente y se estima que alcancen los 100 millones en 2020; la mitad que WhatsApp y un tercio de los que usan Facebook en India.
“Hemos visto un crecimiento brutal en el último año. Tenemos una comunidad de más de 35 millones de usuarios mensuales activos y 60 millones de descargas”, cuenta a EL PAÍS el joven Ankush Sachdeva, consejero delegado de ShareChat, desde su sede en la ciudad de Bangalore. En sus oficinas del Silicon Valley indio, unas 100 personas se emplean en la app que ha conseguido una financiación de 108 millones de euros desde octubre de 2015, incluidos 87 millones en la última ronda de inversión liderada por empresas como Shunwei Capital y Xiaomi. Un éxito inconcebible para Ankush y sus dos socios, Bhanu Singh y Farid Ahsan, que aún cursaban sus estudios universitarios cuando se conocieron en un hackathon de programadores.
Fue a finales de 2014 cuando Ankush vivió la epifanía que cristalizó meses de trabajo de los tres veinteañeros. Entonces, leyó un post en Facebook que preguntaba por teléfonos privados para crear un grupo de WhatsApp sobre Sachin Tendulkar, un idolatrado jugador de críquet. La sugerencia tuvo más de 50.000 respuestas y Ankush programó una herramienta que arañase miles de números de usuarios y creó los grupos. A las pocas horas, la aplicación chispeaba con cientos de mensajes, ninguno en inglés. ¡Eureka! Nacía así la primera plataforma para compartir contenidos en lenguas vernáculas indias con la esencia de una red social.
“Cuando decimos que somos regionales, es porque realmente lo somos. Las instrucciones y comunicaciones están ideadas en lenguas locales, no son traducciones de Google. Somos líderes en una nueva forma de digitalizar las culturas y lenguas indias, que se pierden. ShareChat es la única plataforma que ofrece esto”, analiza Ankush, defendiendo una red social disponible en 14 de los 18 idiomas oficiales en India y varios dialectos, como el bhojpuri, rajastani, haryanvi o assamés. A diferencia de otras apps de contenidos existentes en lenguas nativas indias, ShareChat prescinde del inglés para satisfacer al centenar de millones de nuevos usuarios de un país con más de 1.600 dialectos.
Esta aplicación ha conquistado usuarios en pueblos y ciudades pequeñas, donde el inglés apenas se habla. Estos núcleos residenciales —que acogen al 60% de una población de más 1.250 millones— son los más beneficiados del último gran envite del Internet 2.0. En 2017, más de 227 millones accedieron a la Red en India, que experimenta la irrupción de otros 500 millones con la llegada de la conexión a todas las esquinas del país. Compran smartphones cada vez más baratos —más de 400 millones los usan— y los precios de las ofertas de datos han caído una décima parte.
El informe de Google y KPMG de 2017 sugiere que las personas que usan lenguas nativas indias van camino de duplicar a los que hablan inglés, 234 millones respecto a 175. El estudio predice que los usuarios de lenguas locales aumentarán a 536 millones para 2021, cuando 9 de cada 10 se comunicarán en lenguas vernáculas. Por último, subraya que los habitantes del entorno rural invierten más tiempo en aplicaciones, redes sociales y entretenimiento online que los de las urbes.
No solo los usuarios siguen la tendencia. También los inversores. Medios indios indican que una decena de grupos de nivel mundial, incluido Amazon, están en conversaciones con Mohalla Tech. La propietaria de ShareChat podría atrapar otros 70 millones de euros, alcanzando un valor estimado en 350 millones, según Forbes India. Los fundadores, que rehúsan comentar futuras inversiones o estimaciones, dicen estar “centrados en su crecimiento y contenidos” distribuidos en 23 áreas. Entre sus nuevas herramientas, están los Talkies, un repositorio único de vídeos en lenguas autóctonas que ha sido un éxito entre sus usuarios —el 60% de entre 18 y 25 años—. Pequeñas productoras de cine hindi ya han estrenado material en ShareChat.
Usuarios rurales
El acceso de usuarios de entornos rurales a contenidos online resume la fusión de modernidad y tradición en India. Así, un joven primerizo en el uso de Internet de un pueblo remoto de Uttar Pradesh, una de las regiones menos desarrolladas, fue contratado por una web de videonoticias en hindi cuando sus comentarios sobre críquet se hicieron virales en ShareChat. Astrólogos, costureras, carpinteros, modistas y electricistas también ofrecen sus servicios a potenciales clientes de ciudades pequeñas y medianas a través de esta app.
“Esperamos un gran giro del comercio digital en India. Para acceder a consumidores locales, el mercado será hiperlocal, con pequeñas tiendas que tendrán presencia online mediante redes sociales”, pronostica Ankush Sachdeva, consciente de que el origen socio-económico de la mayoría de los usuarios de ShareChat, neófitos en el uso de Internet, no los hace potenciales compradores online. Al igual que ocurre en la vecina China, ShareChat tendrá que apostar por las microtransacciones prestando servicios como los formularios de exámenes de puestos públicos o incluso el estado de vuelos y trenes.
Políticos locales ven en esta aplicación el canal ideal para acceder a potenciales votantes rurales a pocos meses de las elecciones generales. El medio Hindustan Times alerta de que redes como ShareChat “están llenas de desinformación y propaganda”. Su cofundador y director de operaciones, Farid Ahsan, explica: “Nos hemos asociado con una agencia de verificación de datos para garantizar que los usuarios estén informados si un contenido particular es falso”. Las fake news han creado graves problemas en India, donde más de 20 personas fueron asesinadas en 2018 a causa de un bulo difundido en WhatsApp, obligando a que Facebook, propietaria de la red de mensajería, añadiese el elemento “reenviado” en el ámbito mundial. Hace meses, ShareChat cerró 50.000 cuentas relacionadas con mensajes de odio y pornografía en India.