WASHINGTON DC – El gobierno de Estados Unidos se comprometió este martes a ofrecer “un trato humano” a los migrantes, pero subrayó que eso no implica que vaya a conceder un visado a todos aquellos que lleguen a la frontera del país.
“Hemos hecho énfasis una y otra vez, queremos mantenerlos a salvo, queremos ofrecerles un trato humano”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en rueda de prensa. “Pero no se les garantiza que vayan a poder quedarse en Estados Unidos”.
La vocera señaló que todos ellos deberán “someterse” al pertinente proceso migratorio, que puede concluir con la denegación de la solicitud de la visa, y precisó que lo que la Administración Biden rechaza es “enviarles de vuelta mientras se considera su solicitud”.
“La mayoría de la gente que aparece en la frontera son rechazados”, puntualizó.
Psaki agregó que esta política también se aplica a los menores de edad, si bien en su caso, las autoridades están intentando “procesarles tan rápido como es posible”.
Las declaraciones de la portavoz se producen después de que la semana pasada, la propia Psaki, afirmara que expulsar a menores en la frontera “no es una opción”.
En estos momentos, informó este lunes la portavoz, las autoridades tienen a unos 7.000 menores migrantes bajo custodia, razón por la que la Administración Biden decidió reabrir un centro de reasentamiento temporal en Texas, atendido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
La oposición ha acusado a la Casa Blanca de haber provocado un efecto llamada que ha generado una crisis en la frontera, algo que rechazó categóricamente Psaki, tal y como hizo el lunes primero de marzo, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
“No estamos animando a la gente a venir, pero, a diferencia de la anterior administración, no vamos a expulsar a niños menores de 18 años”, zanjó Psaki.