Hacia el mediodía del domingo, el también jefe parlamentario, de 35 años, partió de Salinas, en Ecuador, aunque las autoridades no aclararon en lo inmediato hacia dónde se dirige.
La víspera, se había reunido en esa ciudad con el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, y con migrantes y refugiados venezolanos.
El regreso de Guaidó, quien a lo largo de la semana visitó también Colombia, Brasil, Paraguay y Argentina, supone un reto para el presidente Nicolás Maduro, quien deberá decidir si arrestarlo y provocar una fuerte reacción internacional o dejarlo entrar tranquilo, socavando la autoridad del poder judicial.
“El desafío ha llegado muy lejos. Si entra y lo detienen se van a generar fuertes reacciones internas e internacionales. Maduro está en riesgo permanente”, aseguró a la AFP el analista político Luis Salamanca.
Aún no está claro desde qué país entrará el opositor a Venezuela, si lo hará por el aeropuerto internacional Simón Bolívar o furtivamente como cuando salió, según él, ayudado por militares venezolanos en la frontera con Colombia.
Venezuela vive desde hace 40 días una turbulencia política, en medio de una fuerte crisis económica que agobia a los venezolanos con escasez de medicinas y alimentos, y una hiperinflación que el FMI calculó en 10.000.000% para este año.
“Nos acercamos a un desenlace”
Guaidó salió sorpresivamente de Venezuela el 22 de febrero para asistir a un megaconcierto en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta y apoyar el ingreso de ayuda humanitaria, tras lo cual emprendió su intenso periplo por la región.
Desafiando constantemente a Maduro, el líder opositor señaló que en el marco de su gira por la región también fue invitado a Chile el próximo 22 de marzo.
Maduro dijo la semana pasada que Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, debe “respetar la ley” y que si regresa a Venezuela “tendrá que ver la cara de la justicia”.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General, aliadas del gobierno, abrieron investigaciones contra Guaidó, acusándolo de “usurpación” de funciones y dictaron, además del impedimento de salida, el congelamiento de sus bienes. No obstante, hasta ahora no ha sido acusado formalmente.
“Debe regresar a Venezuela y continuar presionando en lo interno ya que en lo internacional el respaldo es gigantesco. Estamos ante un panorama muy delicado y cada minuto que pasa nos acercamos a un desenlace que esperamos no sea catastrófico”, dijo a la AFP Eufracio Infante, abogado y profesor de historia, 64 años.
¿Intocable?
El opositor ha reiterado que regresaría a Venezuela “a pesar de las amenazas”. Estados Unidos y los países del Grupo de Lima (Canadá y 13 países latinoamericanos) han expresado su preocupación por la seguridad de Guaidó a su vuelta al país.
La Unión Europea advirtió el sábado que “cualquier medida que pudiese poner en riesgo la libertad, la seguridad o la integridad personal de Juan Guaidó representaría una gran escalada de tensiones y merecería la firme condena de la comunidad internacional”, en una declaración de su alta representante Federica Mogherini.
El gobierno estadounidense de Donald Trump, que no descarta una opción militar en Venezuela, advirtió que si algo le sucede a Guaidó habría “serias consecuencias”.
“Guaidó ha crecido tanto políticamente que Maduro no lo ha podido tocar, a la manera tradicional del chavismo, meterlo preso u obligarlo a huir del país, hostigarlo”, opinó Salamanca.
Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Congreso declarara a Maduro “usurpador” por asumir el 10 de enero un segundo mandato que -como gran parte de la comunidad internacional- el opositor considera ilegítimo y originado en una reelección “fraudulenta”.
Desde ese día ha convocado varias marchas multitudinarias, que dejaron unos 40 muertos y cientos de heridos según organismos no gubernamentales.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, reprochó este domingo a su antecesora y actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, el no haber condenado “la dictadura de Maduro” y los atropellos contra los derechos humanos cometidos en Venezuela.
“La alta comisionada Michelle Bachelet todavía no ha condenado la dictadura de Maduro por atropellar los derechos humanos en Venezuela, eso es insuficiente, lo digo con respeto pero con verdad”, dijo Piñera en una entrevista difundida este domingo por el diario El Mercurio.
Piñera afirmó que el antecesor de Bachelet en la ONU, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein, “fue mucho más claro, más categórico en condenar los atropellos a los derechos humanos”.
El mandatario chileno es uno de los principales detractores en la región del gobierno de Nicolás Maduro, y reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, al igual como lo han hecho más de 50 países del mundo.
Piñera estuvo la semana pasada junto a Guaidó en la ciudad colombiana de Cúcuta en un intento de ingresar a Venezuela ayuda humanitaria. En el evento se registraron disturbios que dejaron seis muertos y centenares de heridos en varios puntos fronterizos. También estuvieron presentes el presidente colombiano Iván Duque y el paraguayo Mario Abdo.
“El Grupo de Lima –formado por más de una decena de países para ayudar a resolver la crisis venezolana- y varias democracias del mundo están pidiendo (a Bachelet) que cumpla el rol que le corresponde como alta comisionada, de defender los derechos humanos en un país en el que son brutalmente atropellados, como en Venezuela”, aseveró Piñera.
Piñera también se refirió al encuentro presidencial que Chile realizará a fines de marzo para resolver la creación de Prosur -un foro apoyado por los gobiernos derechistas de los presidentes Mauricio Macri de Argentina, y Jair Bolsonaro de Brasil- que se han “comprometido con la democracia y los derechos humanos”.
En el marco de este foro, los organizadores han adelantado que uno de los temas a tratar será la crisis en Venezuela y cómo ayudar a resolverla. Si bien Juan Guaidó fue invitado al encuentro, Piñera desestimó su presencia ante las “restricciones” que tiene para salir de Venezuela.
Durante un último consejo de DDHH de la ONU realizado esta semana en Ginebra, Suiza, el canciller venezolano Jorge Arreaza invitó a Bachelet a visitar Caracas para que evalúe personalmente el impacto causado a su país por el “bloqueo” económico y la congelación de activos en el exterior liderado por Estados Unidos.
Unos 2,7 millones de venezolanos han abandonado su país desde 2015 a causa de la devastadora crisis económica y social.