La ruta de una embarcación que partió del norte de Marruecos con 67 personas a bordo acabó en tragedia este jueves en el mar de Alborán. Se ha recuperado un cadáver, apenas 21 migrantes han sido rescatados con vida y se da por desaparecidos a 45 ocupantes, entre los que habría mujeres embarazadas, según ha informado la activista Helena Maleno. La barca neumática pidió auxilio el miércoles poco después del mediodía cuando se encontraba a cinco millas al norte de Bouyafar, en la zona de rescate de responsabilidad marroquí. “En la última comunicación telefónica nos alertaban, entre gritos desesperados, de que se hundían”, advertía Maleno en su Twitter.
Tras más de 24 horas de búsqueda con un tiempo inestable, la Marina Real marroquí localizó a 21 supervivientes, ha confirmado un portavoz oficial marroquí. Entre los rescatados había siete mujeres. “Estaban muy mal. El shock post traumático es brutal”, ha lamentado Maleno, que estuvo con ellas ya en la costa. Las mujeres informaron de que en la barca viajaban otras 45 personas. Solo se ha recuperado un cuerpo sin vida.
Maleno, fundadora de la ONG Caminando Fronteras, alertó a Salvamento Marítimo, pero el rescate lo asumieron los guardacostas marroquíes. Sin medios aéreos para emplear en la búsqueda, los marroquíes pidieron apoyo a Salvamento Marítimo. Un helicóptero Helimer 203 colaboró sin éxito en las tareas de búsqueda a las que se sumó el jueves por la mañana el avión Condor IV, de Frontex, la agencia europea de gestión de fronteras. “Hemos puesto a disposición los medios que Marruecos pidió”, afirma una portavoz de Salvamento Marítimo.
La activista, que acaba de ver respaldada su labor de alertar sobre las embarcaciones de migrantes en peligro con el archivo de una causa contra ella en la justicia marroquí, denuncia que durante la noche los medios aéreos se replegaron. También que falta coordinación entre Marruecos y España para salvar vidas. “Las relaciones con Marruecos deben mejorar también para proteger el derecho a la vida, no solo para el control migratorio. La información debe circular más rápidamente”, abunda Maleno.
Tras un 2018 con un registro récord de muertes (811), la ruta del Mediterráneo que lleva a España continúa cobrándose vidas de migrantes. En lo que va de año ya han muerto 73 personas intentando alcanzar costas españolas.