Boeing se desploma en Wall Street por las dudas del B737 MAX

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Boeing está bajo presión. Los títulos del fabricante de aviones arrancaron la sesión en Wall Street con una caída próxima al 12%, la mayor desde los atentados del 11-S en Estados Unidos, mientras se amontonan las preguntas sobre la seguridad del modelo B737 MAX 8 tras el accidente fatal este domingo de un aparato operado por Ethiopian Airlines. La compañía insiste en que en este momento no es necesario emitir nuevas directrices. China, el mayor comprador de Boeing, impuso una suspensión de vuelo para este modelo.

Cada siniestro aéreo es único e inusual, porque entran múltiples factores en juego. Pero el último accidente atrajo de inmediato la atención de los reguladores, las aerolíneas, los pilotos y los pasajeros por las similitudes con la tragedia que protagonizó no hace aún seis meses la aerolínea indonesia Lion Air con el mismo avión, en buenas condiciones meteorológicas y realizando también la misma operación de despegue.

Los investigadores tienen ya en su poder las dos cajas negras, que contienen los datos de vuelo y las conversaciones en cabina entre los pilotos. Su análisis ayudará a entender las causas del siniestro. Como medida de precaución, las autoridades de la aviación civil en China, Etiopía e Indonesia ordenaron una suspensión de vuelos de este modelo. También lo hizo alguna aerolínea por su cuenta.

Los títulos de Boeing se apreciaban un 30% en lo que iba de año hasta el viernes, antes del siniestro. Tras el desplome de este lunes, ese incremento se queda en la mitad y la compañía ve como se le evaporan 30.000 millones de capitalización bursátil. Las acciones trataban de mantener el nivel de los 370 dólares en la apertura. El peso de la compañía es tan grande, que lastró el Dow Jones.

Boeing, pese al batacazo, sostiene que el avión es seguro para volar y en un comunicado insiste en que sobre la base de la información disponible no hay motivos para emitir nuevas directrices para operar el avión. El aparato es muy popular, especialmente entras las aerolíneas de bajo coste. Cada segundo y medio despega o aterriza un B737 en todo el mundo. Hay 2.700 unidades volando de media en cada momento.

El B737 MAX tiene un diseño diferente de los anteriores modelos de la serie. Los dos motores que lo propulsan son más grandes y están más próximos al fuselaje para mejorar su eficiencia. Utiliza también materiales compuestos para reducir su peso. Además, el avión de pasillo único dispone de nuevos sistemas para que tenga el mismo comportamiento en vuelo que sus predecesores.

Ventas récord
El B737 es el avión más vendido del mundo, en sus diferentes versiones y variantes. Hace justo un año marcó el hito de las 10.000 unidades entregadas a sus clientes. En el caso concreto del B737 MAX, hay cerca de 350 unidades operativas y la cartera acumulada de pedidos asciende a 5.100 aviones. Actualmente la compañía los produce a un ritmo de 52 unidades mensuales, con el plan de elevarlas a 57 este año.

El primer B737 empezó a volar en 1967. Justo medio siglo después se estrenó el B737 MAX. Para entender la popularidad de este avión solo hay que fijarse en un dato más: la unidad 5.000 del avión se entregó en 2006, tras cuatro décadas de vida del programa. La demanda por este avión en los países emergentes y la eficiencia del modelo de producción hizo que se duplicara en solo 12 años.

El B737 MAX cuenta actualmente con cuatro variantes, en función del número de asientos disponibles y de la distancia que pueden recorrer. El avión tiene capacidad para entre 172 y 230 pasajeros. El precio de cada unidad oscila entre los 100 y los 130 millones de dólares, aunque estas cifras están sujetas a descuentos. La estadounidense Southwest Airlines es el mayor operador y reitera su confianza en el avión.

Directrices
El 60% de los ingresos que genera la compañía aeroespacial le llegan de su división de aviones comerciales y un 25% de la facturación es gracias al B737. El avión es nuevo, por lo que está aún en una fase de transición. Boeing insiste que es aún muy pronto para saber lo que sucedió con este vuelo en concreto. El pasado noviembre, tras el accidente de Lion Air, hizo una serie de recomendaciones.

Tras aquel siniestro, la comunidad aeronáutica se hizo muchas preguntas sobre el sistema autónomo para evitar que el avión pierda la estabilidad y entre en barrena. La atención se dirigió a los sensores que miden la velocidad y el ángulo de ataque del avión. También hacia la formación de los pilotos. La investigación, sin embargo, determinó que aquel accidente se debió a un problema de mantenimiento.

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