La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ganó 9,77 millones de euros en 2018 y tuvo una aportación a su plan de pensiones de 1,23 millones de euros, con lo que en total recibió 11,01 millones de euros, un 4% más que en 2017. De los 9,77 millones, Botín recibió en metálico 6,245 millones, un 10% más, en tanto que el dinero destinado a la hucha para su jubilación se redujo un 54,3%, hasta los 1,234 millones, según el informe financiero anual que la entidad ha remitido este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La máxima ejecutiva del Santander acumula ya en su plan de pensiones más de 46 millones de euros a cierre de 2018.
El documento también se ocupa del polémico asunto del fallido fichaje de Andrea Orcel, un alto directivo del banco de inversión UBS, que no llegó a incorporarse al Santander. En el informe se apunta que en septiembre de 2018 se designó a Andrea Orcel como nuevo consejero delegado, “sujeto a la obtención de las autorizaciones pertinentes, a la adopción por la junta general de los acuerdos oportunos en relación con su futura remuneración y la terminación de la vinculación contractual que le ligaba a su anterior empleador”, el banco UBS.
“Posteriormente, como consecuencia de la modificación de las bases sobre las que se había tomado esta decisión y de que los costes de compensar al Sr. Orcel por sus remuneraciones pasadas excedían los tenidos en cuenta al acordar su nombramiento, en enero de 2019, el consejo de administración acordó dejar sin efecto el nombramiento”.
Por otro lado, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, ganó 7,95 millones y recibió 1,05 millones en su plan de pensiones; en total, nueve millones, un 1,2% más. El vicepresidente del consejo, Rodrigo Echenique, mano derecha de Botín y a punto de jubilarse, se embolsó 5,09 millones, un 19% más. En 2018, el banco ganó un 18% más, hasta 7.810 millones.
En su conjunto, el consejo obtuvo una remuneración de 28,91 millones en 2018, un 9,4% menos por la ausencia de Matías Rodríguez Inciarte, que se ha jubilado. La alta dirección está formada por 18 personas y percibió 60,26 millones, un 8% menos que en 2017 cuando contaba con un miembro más. Esto supone una media de 3,34 millones por directivo. En 2019, la presidenta y el consejero delegado mantendrán el mismo salario base, de 3, 17 y 2, 54 millones, respectivamente. En 2020 y 2021 podrán aumentarlo en un máximo del 5%.