¿No estás consiguiendo los resultados que esperabas con tu plan de actividad física? Es muy posible que falle lo que haces cuando ya no estás entrenando. Se trata del famoso entrenamiento invisible: comer bien, descansar, cuidar tus lesiones… después de este artículo, ¡lo verás mucho más claro!
DESCANSO
El descanso sirve para reforzar todas las dinámicas de recuperación que llevamos a cabo para asegurar nuestra correcta salud muscular. Una vez terminas tu entrenamiento, es importante realizar una adecuada vuelta a la calma, que incluya ejercicios de relajación y flexibilidad.
En función del tipo de entrenamiento que hayas llevado a cabo necesitarás más o menos tiempo para recuperarte. Por ejemplo, si trabajamos la capacidad aeróbica, nuestro cuerpo necesitará entre 24 y 48 horas de recuperación, si hemos trabajado la fuerza-resistencia, entre 24 y 72 horas, al igual que en el caso de la fuerza máxima, aunque estos datos son aproximados y cada persona tiene su propia capacidad de recuperación.
El primer aspecto determinante para la regeneración de tejidos y la preparación del sistema muscular comienza en la parte final de la sesión con una vuelta a la calma gradual que permita eliminar la acidez metabólica y otros productos tóxicos de los músculos, manteniendo la circulación activa y facilitando la recuperación del sistema endocrino, reduciendo los niveles de adrenalina y noradrenalina para facilitar el descanso tras el ejercicio.
Últimamente se ha puesto de moda entre los deportistas terminar sus competiciones con una sesión de trabajo aeróbico de baja intensidad. Las actividades dinámicas de baja carga favorecen la circulación y el riego sanguíneo, facilitando la eliminación de sustancias de deshecho y por lo tanto ayudando a los músculos a una correcta recuperación.
Si no aseguramos un buen descanso y no respetamos los tiempos de recuperación adecuados, corremos el riesgo de sufrir el denominado síndrome de sobreentrenamiento, que se da cuando entrenamos más de lo adecuado y nuestro cuerpo no es capaz de adaptarse a los diferentes estímulos, haciendo que disminuya nuestro rendimiento.
Otra estrategia que puede beneficiarte es incluir ejercicios que amplíen el rango de movilidad articular y mejoren la flexibilidad al tiempo que trabajamos otras capacidades, como la fuerza, por ejemplo. Pero recuerda que los ejercicios de flexibilidad son necesarios para eliminar la rigidez y la tensión muscular y ayudarnos a mejorar la elasticidad muscular y de los tejidos conectivos.
¿EN QUÉ CONSISTE EL ENTRENAMIENTO INVISIBLE?
Hay muchas definiciones, pero básicamente se trata de todas las acciones que lleva a cabo un deportista cuando termina su preparación física, y que van desde la hidratación y la nutrición, hasta el descanso activo o la recuperación. El entrenamiento invisible puede ser el aspecto que te falta para mejorar tu condición física y salud. Puedes cuidar al máximo la selección de tus rutinas, el porcentaje de carga, la intensidad, el ritmo de ejecución y un largo etcétera, pero si descuidas tu alimentación, tu descanso y las horas de sueño, estarás minando tu propio progreso y te costará mucho ver los resultados, incluso puede que veas una involución de los mismos.